Si nos planteamos la limpieza de un sofá, silla o textil en el hogar, existe un producto estrella: El AMONIACO. No gastes dinero en caros productos. Barato, efectivo y no daña el tejido ni la solidez de los colores.
Si tenemos un visillo y vemos una mancha por un roce, pondremos el tejido en una superficie plana. Añadiremos un chorro de amoniaco con detergente en el tejido directamente. Con un paño en blanco frotaremos suavemente hasta que la mancha desaparezca. Iremos retirando poco a poco los restos de producto con una bayeta limpia. Hasta que quede limpio sin restos. Esto también puede hacerse para las telas de tapicería de una cortina. Siempre que el fabricante indique que las telas son lavables.
Si lo que queremos es limpiar el sofá, especialmente las zonas de roce, y no podemos desenfundarlo utilizaremos amoniaco perfumado diluido en agua. En un cubo pondremos agua y una buena cantidad de amoniaco con detergente. Iremos frotando con bayeta y retirando los restos. Enjuagando el paño en otro cubo. Veremos como poco a poco iremos retirando la suciedad. Podemos hacerlo sin miedo. No daña el tejido ni estropea los colores más oscuros.
En el caso de los estores enrollables procederemos a su lavado subidos en una escalera apoyándonos en el tubo. Iremos desenrollando el tejido según vayamos limpiando. Una vez limpio, dejaremos secar y no lo subiremos hasta que no esté completamente seco. Sino podríamos viciarlo y dañar el tejido. Con el amoniaco diluido en agua quedarán impecables. Muy efectivo para los estores de la cocina. Retira los restos y suciedad con facilidad .