En muchas casas de nueva construcción es habitual encontrar en el salón o dormitorios un mirador de ventanas. Generalmente con cristal del techo a suelo. En algunos casos incluso, sin persianas. Os mostramos las diferentes opciones para una ventana de estas características.
La solución más acertada son los visillos con rieles al techo. Esto nos permite un desplazamiento lateral de los tejidos. Pueden ser manuales o con cuerdas. Esto resulta especialmente cómodo si las ventanas son abatibles. Pondremos la parte del frontal en una sola pieza con acumulación de la tela al lado contrario de la apertura. Si además hay poco espacio entre el techo y el inicio del aluminio, tendremos que instalar rieles especiales. De caña muy estrecha que permite la apertura de la abatible sin que estorbe el mecanismo.
Con estos visillos podemos cajear el tejido en las ventanas de los laterales. Así no se verán los tambores ni el aluminio, muchas veces de un color oscuro muy poco estético. El conjunto queda perfectamente cerrado y armonioso.
Si quieres estores de tela, se pueden poner en un mirador así, solo si las ventanas son correderas. Si son abatibles es una solución inviable. Tendremos que subirlos hasta arriba y una vez abiertas las ventanas no se pueden volver a bajar. Eso sin contar que en algunas casas no hay por arriba suficiente espacio para plegarlos cómodamente.
En ese caso los estores enrollables son más adecuados. Cuando se acumulan arriba ocupan muy poco espacio. Pero el conjunto es más frio que los tejidos. Todo dependerá de la decoración de la estancia y el aire que queramos darle salón o dormitorio.
Por último, podemos poner en el frontal un panel japonés con desplazamiento lateral. En los dos laterales optaremos por unos estores imitando las vías de un panel. Pueden ser de tela o bien enrollables. En ese caso las vías del panel irían en el mismo tejido: textil o poli screen.
Llámanos y te ayudaremos a encontrar la solución más práctica y decorativa para cada una de las estancias de tu casa.
