Ten en cuenta estos pequeños consejos que debes saber, si no quieres que el temido momento de lavado acabe con dolor de cabeza.
1 Cuando metas en la lavadora los visillos o las cortinas, añade en el último aclarado una cucharada sopera de azúcar. Esto servirá de “apresto” a las telas, consiguiendo una bonita caída como la del primer día
2 Si tienes rieles de cuerda, seguro que en algún momento se han quedado atascados. El problema puede estar simplemente en un colgado incorrecto.. Si te sobran correderas de plástico, NUNCA las intercales entre los ganchitos metálicos. Todas las correderas que no utilices tienen que ir acumuladas a un lado del riel. Si dejas correderas vacías intercaladas, se darán la vuelta, y atascarán el perfil, pudiendo llegar a romperlo.
3 Siempre lava las cortinas en primavera ó verano. En la lavadora, el centrifugado arruga los tejidos Aprovechando las altas temperaturas podemos reducir ese centrifugado y colgar húmedas las telas directamente en la barra o riel. Con el propio peso quedarán perfectas sin necesidad de plancha.
4 Utiliza un programa corto de prendas delicadas . Con un lavado de 30 o 45 minutos en agua fría o como mucho a 30 grados, conseguirás una limpieza suficiente y evitarás que se arruguen los tejidos. Además alargarás la vida útil de las telas.
5 Cuando laves los estores y tengas las tejidos secos, monta las cuerdas, abajo en el suelo. El último paso será, subido en la escalera, pegar la tela en el perfil y meter el peso en la parte baja.
6 Si se trata de estores enrollables, ves limpiando, desenrollando poco a poco el tejido. Utiliza el propio tubo para pasar un trapo mojado en agua y amoniaco. Muy importante es NO volver a ENROLLARLOS hasta que no estén completamente secos. Podrías dejarle la marca del tubo en el tejido.
7 Si tienes una mancha difícil en un tejido, utiliza AMONIACO PERFUMADO. Bien rebajado en agua o directamente en el propio tejido. No resistirá ninguna mancha.
