Hay dificultades añadidas en algunas ventanas a la hora de decidir qué es lo más adecuado. Si tienes problemas de espacio te interesa saber cuáles son las diferentes opciones que hay en el mercado.
Para cubrir con un visillo o cortina la ventana tenemos un riel de aluminio de menos de 1 centímetro de ancho. Preparado con un material y correderas especiales. Es capaz de aguantar el peso de cualquier cortina. Al tener la posibilidad de poner el número de soportes que necesitemos a lo largo de todo el carril. Cuando quieras abrir la ventana, simplemente desplazas con la mano el textil hacia el lado contrario. Y podrás abrir tranquilamente la hoja sin que te de en la parte alta de la ventana.
Está disponible en color blanco, negro y plata. Podemos confeccionar el visillo con tablas, frunce, doble o triple pliegue… o bien hacer onda perfecta. Se fabrica a medida y su precio es muy competitivo. Incluso más económico que una barra más tradicional. No se encarece por las características peculiares que tiene.
Si además tienes un mirador con un frontal y unos laterales, hay una versión que se puede curvar a mano. Para hacer la forma cuadrada y que el textil pueda rodar en todo el recorrido. Esta opción es la más utilizada cuando los laterales tienen pocos centímetros de ancho.
Si lo que quieres son estores, el anclaje debe ir en la propia abatible. Y en ese caso tenemos diferentes modelos.
Si no queremos hacer agujeros, hay un soporte que va anclado en el filo de la ventana a presión y permite poder instalar tanto un enrollable como cualquier estor de tela. Es un soporte universal donde va atornillada la pieza que queremos poner.
Luego podemos optar por un estor lapa. El mecanismo va pegado con un velcro en el aluminio con un adhesivo especial, que permite mantenerse durante muchos años sin que sufra. Este tipo de estores van confeccionados a medida del cristal en ancho y alto y con el textil que queramos. Se pueden subir con una pequeña campanilla que tiene en el lado derecho o izquierdo. Además permite desmontarlos para poder proceder a su limpieza en la lavadora. Si tenemos dos ventanas, en el mismo hueco, se ponen dos piezas.
Como se confecciona con tela podemos elegir cualquier colección del muestrario: motivos de cocina, rayas, de colores…… la variedad es inmensa.
Los estores enrollables también pueden anclarse en el aluminio. Pero en este caso deben ir taladrados. Hay que aprovechar el pequeño junquillo que hay alrededor del cristal. Para no afectar al puente térmico.
Si además la ventana puede abrirse en oscilo, podemos pegar unas guías en los laterales. Al llevar estas tiras cuando abatimos la ventana el textil no se vence y queda pegado en el cristal.
El tejido va enrollado en un tubo muy estrecho. La caída del textil es pegada al cristal. Con una cadena colocada en uno de los lados. Podremos subirlo y bajarlos para graduar la cantidad de luz que entra en la estancia.
Este tipo de estores tiene unos textiles especiales y dos tipos de materiales.
Un tejido textil translucido que frena muy bien la entrada directa de luz solar. Es muy adecuado cuando no hay persianas en la ventana. Deja pasar la luz pero quita los molestos rayos de sol directos. Y consigue proteger el mobiliario y el suelo de madera. Dando adicionalmente intimidad en caso de tener vecinos enfrente.
El segundo tejido deja pasar mejor la luz. Se trata del SCREEN. Es un PVC, que además tiene características especiales aguantando el sol directo. Hay diferentes grados de apertura en función del tamaño del poro que tiene el material. Entre un 0 % que es completamente opaco hasta un 10 % (el más transparente). En una casa lo normal sería un 5 %. Lo suficiente para ver el exterior pero que no te vean desde fuera.
Los estores enrollables no pueden desmontarse para su lavado. Pero la limpieza es muy sencilla. Con un trapo mojado nos subiremos al tubo e iremos limpiando según vamos desenrollando. Finalmente, tendremos que dejarlo secar muy bien. Si los volvemos a enrollar húmedos podremos dañarlos y darles forma.
Por último está la solución más sencilla y económica. Son una pequeñas barritas extensibles dentro del cristal. No necesita agujeros. Y se confeccionará un textil con las medidas del cristal. Sujeto en la parte de arriba y abajo. El textil se puede confeccionar recto imitando la forma de un estor. O un poco fruncido si queremos apariencia de visillo. Para la limpieza, se quitan las barras, metemos el textil en la lavadora y una vez seco lo volvemos a colocar quedando impecable.
La principal ventaja de este sistema es su precio y que no molesta. Abrimos y cerramos la puerta o ventana y nos despreocupamos. El inconveniente es que no se puede correr hacia los lados. Se queda fijo. Por eso habrá que elegir un tejido que no quite mucha luz.
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