En esta ocasión tenemos el reto de poner cortinas en un apartamento donde se ha integrado la cocina y el salón en un mismo espacio.
Por un lado contamos con una ventana ancha abatible. Con apertura por el lado derecho y por el lado izquierdo, con un fijo en medio. Además una isla debajo que impide que la cortina llegue hasta el suelo. La solución más adecuada es un panel japonés con doble mando. Esto permite al cliente un desplazamiento lateral de las vías en los dos sentidos y poder tener abiertas las dos abatibles con las telas por delante.
En la zona del salón tenemos una ventana con un sofá debajo y poca distancia del techo al tambor. Optamos por un estor tipo paqueto con mecanismo de cuerda que pliega en ese espacio tan reducido.
En cuanto a las telas, optamos por una organza muy translucida en tonos blancos con estampados geométricos y clásicos que quedan perfectos con el rosa y morado elegido en la pared y los muebles oscuros de la cocina.
La elección de este sistema es una solución muy práctica para el posterior lavado . Las telas se despegan del mecanismo con un velcro y se lavan directamente en la lavadora. Sin complicados montajes cuando ya están limpias. Esto es muy importante a la hora de hacer una elección adecuada de tejidos para una cocina.
Con el estor y el panel confeccionados con la misma tela hemos conseguido generar dos ambientes distintos pero integrado de manera armoniosa. Todo un acierto que encanta a nuestra clienta
