El color que escogemos para los visillos, cortinas o estores es fundamental para marcar el estilo de una estancia. No es lo mismo elegir colores claros, oscuros o estampados, así como el tipo de tejido.
Si vamos a poner solo un visillo o estor, una elección siempre acertada es una tela blanca o crema con algún motivo o raya más intenso combinado con sofás, muebles, paredes o ropa de cama. Si vamos a añadir unas cortinas, el visillo o estor pueden ser lisos en estos mismos tonos.
Hay tres gamas tendencia: los grises, los tostados, y toda la gama de blancos y naturales. Muy combinables con cualquier elemento de la decoración.
Los colores tostados, crudos y piedras transmiten mucha serenidad, aunque requerirán un pequeño toque de color vivo, con complementos como los cojines. Los crudos crean un ambiente sereno y relajante, ideal para el descanso. Además los tonos naturales es una elección que nunca cansa.
Los plateados o grises sirven para dar un aire sofisticado y moderno a salones y dormitorios.
Si vamos a añadir unas cortinas, un bandó o unos cojines, podemos inclinarnos por colores más fuertes y atrevidos.
Un coordinado de blanco y azul tendrá un efecto fresco, limpio y relajante.
Si añadimos burdeos, naranjas y verdes creamos atmósferas más sofisticadas y clásicas.
Hay que tener cuidado a la hora de combinar diferentes estampados para que el resultado final sea armonioso. Una solución es elegirlos en el mismo tono y hacer una bonita combinación entre rayas, flores y lisos. La mayoría de las colecciones del muestrario permiten estas acertadas combinaciones.
En cuartos infantiles los colores suaves darán sensación de serenidad y son los recomendables para los más pequeños y bebes. En el caso de adolescentes los colores vivos dan un ambiente más juvenil. El turquesa, agua marina, rosa palo ,verde lima, gris y el color topo son tendencia para estas edades.