A la hora de elegir el color de las cortinas, podemos planteamos utilizar colores neutros como los tostados o los grises o apostar por un tono más atrevido.
Colores tendencia son el morado nazareno, el rojo fresa, el verde césped, el azul klein y toda la gama de los aguamarina.
Si quieres elegir un color intenso sin perder elegancia en la estancia sigue estos sencillos trucos.
La clave es combinar siempre con los blancos o crudos. Es preferible incorporar el color más oscuro en unas cortinas decorativas a los lados o en complementos para la cama. Elegiremos para la ventana un visillo o estor en tono claro. Con tejidos de calidad y una buena caída. Los visillos blancos siempre son un acierto. Permiten aprovechar perfectamente la entrada de luz solar. Si elegimos un visillo de color perderemos luminosidad en la habitación o salón y la luz natural los días de lluvia e invierno.
Si es en un dormitorio, una buena opción, es elegir un edredón o funda nórdica en tono blancos y complementos en colores vivos. En liso o con algún estampado. Con unos cuadrantes grandes preferiblemente alargados y un plaid con el mismo tejido y color para los pies de la cama. Conseguiremos dar un toque diferente y muy bonito.
Los colores morados van muy bien con los muebles color gris o ceniza. Si van combinados además con toques de acero el acierto es total.
Si tenemos un sofá orejero o butaca en el salón o dormitorio, podemos complementar el conjunto con una bonita alfombra en ese color que nos gusta. Y una mantita acogedora doblada en la cabecera o en los brazos. Muy práctico para los fríos inviernos. Aportando elegancia al conjunto.
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