Cuando elegimos unos visillos para un dormitorio o salón esta es la opción más sencilla. Pero a la vez una de la más elegida y acertada A continuación te damos las razones para elegir unos visillos blancos en tu hogar.
En primer lugar permiten la entrada perfecta de luz natural. En días soleados, por la gran luminosidad que aportan incluso hará la estancia más grande. Y en los días de invierno lluvioso te permitirá la entrada de luz blanca como ningún otro tejido.
En segundo lugar es un color a temporal. No pasa nunca de moda. Siempre parecerán perfectos con cualquier cambio de mobiliario, sofá o complemento que hagas.
En tercer lugar es muy combinable con cualquier color de pared. En el caso del dormitorio si tienes además fundas nórdicas con distintos colores y estampados siempre quedarán bien combinadas.
Además si estás de alquiler o bien tienes pensado cambiar de casa en un futuro quedarán perfectos en cualquier otra ventana aunque cambiemos el mobiliario o los colores.
Dentro de los blancos encontramos dos tonos. Un blanco óptico recomendable para estancias con mobiliario muy moderno y líneas muy rectas. Y el crudo o blanco roto. Es el más utilizado. Cuando está puesto parece blanco y aguanta muy bien el paso del tiempo. No cojearán color a pesar de la contaminación y el paso de los años.
A la hora de elegir la composición, si te gustan las texturas naturales, podemos elegir una mezcla de lino y poliéster. Con un 30 % de lino será suficiente. Le dará ese toque que tanto te gusta y te permite su limpieza en la lavadora. La clave para evitar el planchado es el lavado en verano con un centrifugado muy corto. Si lo haces así, podrás colgarlos mojados.
Si por el contrario prefieres un tejido más rústico o 100 % poliéster existen referencias con una caída muy bonita. Te sorprenderá los acabados tan logrados de esta composición.
Por último, te contamos que puedes elegir una tela lisa, o bien alguna trama o raya horizontal o vertical. Si la ventana es muy grande te recomendamos completamente liso. Quedarán perfecto tanto con rieles al techo como con una barra con anillas.
