Si nos planteamos la limpieza de un sofá, silla o textil en el hogar, existe un producto estrella: El AMONIACO. No gastes dinero en caros productos. Barato, efectivo y no daña el tejido ni la solidez de los colores.
Si tenemos un visillo y vemos una mancha por un roce, pondremos el tejido en una superficie plana. Añadiremos un chorro de amoniaco con detergente en el tejido directamente. Con un paño en blanco frotaremos suavemente hasta que la mancha desaparezca. Iremos retirando poco a poco los restos de producto con una bayeta limpia. Hasta que quede limpio sin restos. Esto también puede hacerse para las telas de tapicería de una cortina. Siempre que el fabricante indique que las telas son lavables.